"Los campamentos de Tinduf se han convertido en un símbolo brutal del sufrimiento humano, donde los malos tratos, la represión, la pobreza extrema y la desnutrición son la norma y no la excepción", advirtió la actora asociativa natural de la ciudad de Laayun, Khadija Ezaoui.
La ayuda humanitaria destinada a la población secuestrada en estos campamentos se desvía para venderla en los mercados de los países vecinos, en lugar de canalizarla hacia quienes más la necesitan, indicó, agregando que los responsables del movimiento separatista armado "polisario" desvían sistemáticamente esta ayuda con la complicidad activa de Argelia.
En este sentido, citó las últimas revelaciones del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en su informe de enero de 2023 y el informe de 2015 de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude.
Khadija Ezaoui también denunció los abusos y exacciones que sufre la población secuestrada en los campamentos de Tinduf cuando reclama sus legítimos derechos, y añadió que varias ONG y medios de comunicación han denunciado casos de esclavitud.
También señaló que la misma suerte corren las mujeres que son objeto de diversas formas de violencia por parte de Argelia y su títere "polisario", subrayando que esta situación exige una respuesta internacional inmediata.
Asimismo, hizo un llamamiento a la comunidad internacional "para que actúe con rapidez y decisión para poner fin a esta catástrofe humanitaria y pedir cuentas a Argelia por su negativa a responder a los llamamientos urgentes y enérgicos de las resoluciones del Consejo de Seguridad para que registre a la población retenida como rehenes en los campamentos de Tinduf".