En un discurso pronunciado en la ceremonia, celebrada en el cementerio militar francés de Kapelle, Basri recordó los sacrificios y valerosas batallas libradas por decenas de miles de soldados marroquíes en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, entre ellos varios centenares en los Países Bajos, en defensa de los valores de justicia y libertad contra las fuerzas del Eje, en un momento crucial de la historia de la humanidad.
El embajador subrayó que la participación de soldados marroquíes en la Gran Guerra sentó las bases de una fraternidad de armas que serviría de referencia histórica para el llamamiento del sultán Sidi Mohammed Ben Youssef en 1939, poco después de la declaración de la Segunda Guerra Mundial.
Basri expresó asimismo su agradecimiento a los organizadores de esta ceremonia, que se ha convertido en un acontecimiento anual que contribuye a «la preservación de una memoria colectiva marcada por la amistad y la solidaridad».