Las piezas paleontológicas habían sido confiscadas por la aduana chilena entre 2017 y 2022 y entregadas el lunes a la embajadora de Marruecos en Santiago, Kenza El Ghali, por Nélida Pozo Kudo, directora del Servicio Nacional de Patrimonio de Chile y José Luis Castro Montecinos, subdirector de Fiscalización en el Servicio Nacional de Aduanas en Chile, en presencia de representantes de los departamentos de Asuntos Exteriores, de Cultura y de los servicios de aduanas y seguridad.
Durante este acto organizado en la Biblioteca Nacional de Chile, Pozo Kudo destacó que la cooperación entre Marruecos y Chile abarca varios ámbitos, entre ellos la protección de fósiles de gran valor científico, destacando que la incautación por parte de las aduanas chilenas de estos fósiles de origen marroquí y su restitución al Reino, es un claro ejemplo del compromiso de los dos países en la lucha contra el tráfico ilícito de los bienes culturales, de conformidad con el derecho internacional.
En esta ocasión, el secretario técnico del Consejo de Monumentos Nacionales en Chile, Erwin Brevis, manifestó su satisfacción por haber contribuido a “la recuperación de este patrimonio (...) que no es una exageración hablar de 400 millones de años, antes que se formaran los continentes y mucho antes que se fundaran nuestros países y que el planeta tuviera la conformación que hoy conocemos”.
Brevis también se mostró convencido de que "la coordinación y el trabajo conjunto entre las diferentes instituciones y la cooperación internacional están dando sus frutos y nos permiten hoy devolver estas piezas fósiles al Reino de Marruecos".
Por su parte, la embajadora marroquí agradeció a las autoridades chilenas su estrecha colaboración durante los últimos cinco años para recuperar este patrimonio de origen marroquí, señalando que "el tráfico de piezas fósiles que datan de millones de años quizás sea peor que el tráfico de drogas”.
Tras pedir sanciones severas contra los autores de estas prácticas ilegales, Kenza El Ghali expresó su alegría porque “estos fósiles finalmente han regresado a su lugar de origen, Marruecos, y qué podría ser más hermoso que regresar al origen!”.
En esta ocasión, la diplomática marroquí destacó los vínculos históricos y la amistad sincera que unen a Chile y Marruecos en muchos ámbitos, expresando su convicción de que estas relaciones prometen un futuro mejor.
El acto de entrega de estas piezas paleontológicas a Marruecos estuvo precedido por la firma de un convenio de cooperación en materia de patrimonio documental entre la Biblioteca Nacional del Reino de Marruecos (BNRM) y la Biblioteca Nacional de Chile.