Este informe, cuyos resultados fueron presentados en un taller de alto nivel celebrado en presencia del director general del BAM (Banco Central de Marruecos), Abderrahim Bouazza, y del director del BM para el Magreb y Malta, Jesko Hentschel, revela que el sector bancario marroquí está expuesto a riesgos climáticos físicos, como las inundaciones y las sequías.
En su alocución de apertura, Bouazza afirmó que este informe, cuya elaboración ha llevado dos años, constituye otra etapa importante en el proceso de implementación escalonada de un marco de regulación de los riesgos relacionados con el clima.
Este estudio, prosiguió, ha contribuido a mejorar la comprensión de los retos climáticos, identificar las fuentes potenciales de riesgos relacionados con el clima y establecer y probar metodologías y herramientas para medir los riesgos financieros relacionados con el clima.
Según Bouazza, el estudio ha proporcionado las primeras estimaciones del impacto de las perturbaciones climáticas, según varios escenarios, sobre los balances, la solvencia y la rentabilidad de los bancos.
Dicho estudio también permitió extraer las enseñanzas de las dificultades encontradas en materia de datos sobre los riesgos relacionados con el clima y el plan de modelización, dada la complejidad de los vínculos entre los impactos macroeconómicos, financieros y climáticos, añadió.
Y añadió: “El trabajo en curso para el desarrollo de la taxonomía climática a nivel gubernamental con las partes concernidas, entre ellas Bank Al-Maghrib, y con el apoyo del Banco Mundial, debería contribuir a reducir la laguna en datos".
Este ejercicio nos permitirá seguir desarrollando el marco reglamentario y mejorar la evaluación de los riesgos climáticos, abordando al mismo tiempo los retos conceptuales y técnicos encontrados", indicó Bouazza.
Por su parte, Hentschel destacó el aumento de la frecuencia de las inundaciones, "un fenómeno que genera unos costes anuales considerables, estimados en 4.500 millones de dirhams para el Reino".
Este informe utilizó modelos macroeconómicos para evaluar el impacto financiero de las inundaciones, dijo antes de precisar que estos modelos también examinaron la relación entre el sector financiero y la macroeconomía, así como los riesgos asociados a la transición hacia un crecimiento verde.
A este respecto, Hentschel consideró que esta transición representa una oportunidad para Marruecos, sobre todo porque el Reino está geográficamente cerca de Europa y ya ha realizado cambios significativos en su matriz energética y su modelo de crecimiento.
Durante este taller de difusión de este informe, los panelistas debatieron varias cuestiones estratégicas, entre ellas las próximas fases de los trabajos previstos por BAM, así como el apoyo del Banco Mundial a este programa.