En la clausura de este encuentro internacional, organizado bajo el lema «Las cuestiones culturales bajo el prisma de la diversidad: cuando Marruecos da sentido a su diversidad», André Azoulay, consejero de Su Majestad el Rey y presidente fundador de la Asociación Essauira-Mogador, subrayó el papel crucial de Marruecos en la promoción del diálogo, la tolerancia y la coexistencia pacífica entre culturas y religiones.
En este sentido, Azoulay destacó la posición única que ocupa la Ciudad de los Vientos como encrucijada de acercamiento entre culturas, tanto a nivel nacional como internacional, y saludó las constantes iniciativas de diálogo intercultural que tienen lugar «en esta ciudad emblemática, donde soplan desde hace siglos vientos de tolerancia y entendimiento».
En su intervención, Abdellah Ouzitane, presidente-fundador del Centro de Estudios e Investigaciones sobre la Cultura y el Derecho Hébraicos en Marruecos, subrayó la necesidad, en el contexto actual, de promover nuestra cultura y diversidad para preservar el «frágil tesoro que es la humanidad».
Farid El Bacha, fundador de la Maison Maroc pour la paix et la tolérance (Casa Marroquí para la Paz y la Tolerancia), compartió una profunda visión de la importancia de la educación en la construcción de un futuro pacífico y tolerante, afirmando que «la educación es la única respuesta a los conflictos y las masacres, lejos de las armas».
En la misma línea, el presidente de la Universidad Abdelmalek Essaâdi, Bouchta El Moumni, habló del reciente lanzamiento de la «Universidad Cultural Tetuán-Essauira», un proyecto cultural y humanitario destinado a estudiar y reforzar las cuestiones relativas al diálogo intercultural e interreligioso, a través del prisma de los valores universales.
«La tolerancia es esencial, y debemos imbuirnos de ella para hacer una contribución constructiva, especialmente en la región de Oriente Medio», dijo Steven Höfner, representante residente en Marruecos de la Fundación Konrad Adenauer .