La Alta Autoridad de la Comunicación Audiovisual (HACA) llamó a preservar el derecho de los ciudadanos a contenidos mediáticos vigilantes y seguros, en el contexto del caso de fabricación de crimen ficticio y de difusión de informaciones falsas durante una emisión de radiofónica.
En un comunicado publicado el jueves, la HACA afirma haber seguido las diferentes evoluciones relacionadas con el procesamiento judicial de individuos en un caso de “fabricación de crimen ficticio, desacato a un cuerpo constituido y difusión de informaciones falsas durante la participación en un programa de radio”.
Teniendo en cuenta el principio de presunción de inocencia, que considera que todo sospechoso o acusado de un crimen se presume inocente hasta que su condena sea confirmada por una decisión judicial, la HACA recuerda ciertos principios que rigen los servicios de radio y televisión, especialmente en el contexto de su responsabilidad de salvaguardar la seguridad de los ciudadanos.
“Estos principios, que se basan a la vez en la filosofía y el espíritu de la Constitución, las disposiciones jurídicas y reglamentarias vigentes y el cúmulo normativo alcanzado gracias a la acción de la Alta Autoridad en este ámbito, no afectan en modo alguno a la libertad editorial de los operadores audiovisuales. Al contrario, el respeto de estos principios contribuye a la preservación de esta libertad, que constituye el fundamento de la práctica mediática y del derecho a la información, señala la Alta Autoridad.
A este respecto, la HACA considera que "la instauración por el legislador del principio de responsabilidad editorial de los servicios de radio y televisión y del deber de controlar las ondas no es un objetivo en sí mismo. Es más bien un medio de preservar el derecho del ciudadano, oyente y telespectador, a acceder a contenidos mediáticos, vigilantes, seguros y de confianza, lo que no es incompatible con el principio de libertad de comunicación audiovisual y la libertad de elección de los operadores en cuanto al estilo de presentación y producción de sus programas".
La HACA vela permanentemente por el respeto de la honestidad y la integridad de la información y de los programas, tanto en lo que se refiere a los contenidos editoriales producidos y presentados por los profesionales de la radio y la televisión como a la recogida y difusión de testimonios de los ciudadanos. El objetivo último de la actuación del regulador cuando interviene para evitar que el oyente/espectador sea inducido a error tanto en lo que se refiere a la veracidad de la información emitida como a la identidad y calidad de las personas entrevistadas es extender el beneficio de una información de calidad que cumpla con la ética profesional, señala la misma fuente.
La HACA subraya que los principios y mecanismos de autorregulación definidos por el pliego de condiciones de los operadores audiovisuales no son en absoluto "un lujo reglamentario", señalando que estos principios son un medio importante, entre otros, para consolidar la cultura de la regulación.
Por ello, la HACA insta a todos los operadores audiovisuales a redoblar sus esfuerzos en este ámbito, con el fin de promover una práctica mediática responsable y contribuir a limitar el impacto de ciertas prácticas nocivas inherentes al entorno digital no regulado, que a veces tienen graves repercusiones en el espacio real.
La HACA considera que recordar los principios y los objetivos de una radiodifusión y una televisión responsables forma parte integrante de su misión educativa, que ejerce paralelamente a sus competencias normativas, una misión que se distingue claramente de las prerrogativas de otras instituciones, y su objetivo es reforzar la confianza del público en los medios de comunicación.