El tribunal decidió así confirmar la sentencia dictada el 12 de octubre por el tribunal de primera instancia, condenando al principal acusado (H. R.) a muerte y a otros dos acusados (M. K.) y (M. K. ) a cadena perpetua, tras haberles declarado culpables de "constitución de banda criminal con el fin de preparar y cometer actos terroristas, en el marco de un proyecto colectivo para atentar gravemente contra el orden público mediante la intimidación y la violencia, agresión deliberada contra una persona con premeditación, tenencia de armas de fuego y municiones, y apología y propaganda de una organización terrorista".
El tribunal también confirmó las penas de cinco años de prisión pronunciadas en contra de ocho acusados y de cuatro años de prisión en contra de otro, cada uno por lo que le concierne, por "constitución de banda para preparar y cometer actos terroristas dirigidos a atentar gravemente contra el orden público, hacer apología y propaganda de una organización terrorista, hacer apología de actos constitutivos de crimen terrorista, no denunciar un crimen de terrorismo y mantener reuniones públicas sin autorización previa".
En su alegato final, el representante del Ministerio Público reclamó la confirmación del veredicto contra los acusados, afirmando que los elementos constitutivos de los crímenes habían quedado establecidos para todos los acusados y corroborados por sus confesiones en las distintas fases de la investigación.
Por su parte, los abogados de la parte civil también solicitaron el mantenimiento de la sentencia de primera instancia, con una revisión al alza de la indemnización civil, que no se correspondía con el daño causado a la familia de la víctima, mientras que la defensa de los acusados solicitó el máximo de circunstancias atenuantes a favor de sus clientes.