Esta interacción ha hecho de Marruecos un modelo a seguir a nivel internacional, indicó Bouayach en una declaración a la MAP, señalando que la elección del Reino al frente de este Consejo es también la coronación de más de dos décadas de reformas estructurales iniciadas por Marruecos en diversos ámbitos, incluidos los derechos humanos.
"Marruecos siempre ha trabajado para garantizar el respeto de los principios de derechos humanos universalmente reconocidos, rechazando cualquier intento de minimizarlos o utilizarlos como herramienta política en situaciones de conflicto", continuó.
La experiencia acumulada por Marruecos en el respeto y la promoción de los derechos humanos, así como la interacción entre la sociedad civil marroquí y la institución nacional de derechos humanos, repercutirá inevitablemente en la construcción de nuevos procesos que permitan a la comunidad internacional trabajar en la aplicación de los derechos humanos, convirtiéndolos en un referente para la toma de decisiones, añadió.
La elección de Marruecos, por primera vez en su historia, a la presidencia de este prestigioso órgano de la ONU es un reconocimiento de la comunidad internacional a la clarividencia de la visión de Su Majestad el Rey Mohammed VI en materia de protección y promoción de los derechos humanos.