En un comunicado, la agencia indicó haber lanzado, en colaboración con las autoridades locales y la Gendarmería Real, una misión de prospección en profundidad sobre el terreno, "a raíz de numerosos testimonios de avistamientos de un león en las regiones de Jenifra (Sebt Ait Rahu, tribu Ait Bujayu) y Ulmés (bosques de Tifughalin y Buquachmir)".
Las prospecciones realizadas consistieron en investigaciones sobre el terreno destinadas a localizar huellas en los lugares señalados y en las zonas vecinas, así como a recabar información adicional de las personas de referencia.
Durante las investigaciones de campo, las huellas descubiertas en las zonas naturales colindantes fueron identificadas como pertenecientes a ejemplares de la familia de los cánidos, probablemente un perro o un lobo dorado norteafricano.
Además, la autopsia realizada a una oveja en Ulmés, presuntamente atacada por un león según los testimonios locales, reveló que las marcas de mordedura no corresponden a las de un león, según la ANEF. Estas marcas, explicó, "son relativamente pequeñas, descartando así cualquier implicación por parte de un gran felino y correspondiendo más bien a un cánido".
Asimismo, se llevó a cabo una investigación con drones mediante un plan de vuelo que cubría los bosques limítrofes de las zonas de testimonios. No se encontraron avistamientos ni pistas.
No obstante, los equipos de la ANEF prosiguen sus prospecciones sobre el terreno y permanecen atentos a cualquier testimonio o avistamiento de animales salvajes para comprobar su veracidad y actuar en consecuencia, concluye el comunicado.