Según un comunicado de la institución financiera con sede en Washington, la financiación está destinada a ayudar al Gobierno marroquí a implementar su ambicioso Plan Nacional para Acelerar la Transformación del Ecosistema de la Enseñanza Superior, la Investigación Científica y la Innovación.
El programa impulsará una serie de enfoques innovadores y transformadores encaminados a aumentar el impacto de la enseñanza superior y de la investigación científica en beneficio de los marroquíes, ahora y en el futuro.
"El nuevo modelo de desarrollo de Marruecos pone de relieve la importancia de invertir en la enseñanza superior y la investigación para que el país realice un crecimiento sostenible con bajas emisiones de carbono, y crea empleo", afirmó Jesko Hentschel, director país para el Magreb y Malta en el Banco Mundial.
Añadió que "este programa pretende mejorar tanto la pertinencia como la calidad del sistema de enseñanza superior público en Marruecos. Beneficiará a los estudiantes, profesores e investigadores de las universidades públicas del país".
El programa está diseñado, añade el comunicado, para mejorar la adecuación de los programas universitarios al mercado laboral, promover la investigación científica basada en las normas internacionales y las prioridades nacionales, y reforzar la gobernanza a nivel central y universitario.
Según el Banco Mundial, el programa contribuirá, por otra parre, a la puesta en marcha de un mecanismo de seguimiento de la empleabilidad de los graduados, la integración de las competencias transferibles en los programas universitarios, la certificación de más de 200.000 estudiantes en competencias lingüísticas o digitales, y el aumento del número de estudiantes matriculados y graduados en programas prioritarios que respondan a las necesidades de los sectores socioeconómicos de aquí a 2029.
El programa también pretende contratar a más de 4.000 nuevos doctorandos en disciplinas clave, así como a una masa significativa de investigadores en los sectores prioritarios, y facilitar la creación de redes y la colaboración en el ámbito de la investigación, tanto a escala nacional como internacional.
"La selección de estos sectores prioritarios responde a la demanda actual y futura de mano de obra, tanto a nivel nacional como internacional, así como a las competencias esenciales identificadas por el Nuevo Modelo de Desarrollo, en particular para los empleos vinculados a la economía digital, verde y resiliente", señaló Cornelia Jesse, especialista principal en educación y responsable del programa en el Banco Mundial.
Añadió que los datos a escala mundial muestran que la gobernanza de las universidades es "una palanca clave para el cambio y el factor determinante para alcanzar sus objetivos".