"En los últimos cinco años, hemos sufrido sequías consecutivas, con un impacto real en el agua potable", declaró el ministro, que fue invitado a intervenir en un acto del Banco Mundial en la COP28, sobre el tema "Las soluciones a la escasez de agua en la región MENA".
El ministro habló de la movilización de agua suficiente para abastecer a 2,7 millones de personas en las zonas rurales, señalando que la insuficiencia de agua en perímetros regados había repercutido no sólo en la producción agrícola, sino también en los precios y en el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Para hacer frente a este fenómeno, Marruecos desarrolló "una verdadera estrategia integrada", cuyos ejes principales fueron definidos por Su Majestad el Rey Mohammed VI, señaló Baraka, precisando que el primer eje se refiere a la construcción de presas, cuya capacidad de almacenamiento se sitúa actualmente en torno a los 20.000 millones de m3 y debería alcanzar pronto los 27.000 millones de m3.
El segundo objetivo se refiere al desarrollo del agua no convencional, en particular mediante un plan de desalinización del agua de mar, gracias a la construcción de una decena de nuevas plantas que aumentarán la capacidad de producción de 140 millones de m3 a 1.500 millones de m3 de aquí a 2030, añadió, señalando que estas plantas funcionan con energía suministrada por fuentes renovables, lo que reducirá los costes de producción.
Baraka también evocó la reutilización de aguas residuales, con la ambición de triplicar la capacidad de reutilización entre 2021 y 2027.
También, mencionó el desarrollo de trasvases de agua de las cuencas excedentarias a cuencas deficitarias para evitar que el agua se pierda en el mar, citando la autopista del agua entre Sebou y Bouregreg, que se extiende a lo largo de 65 kilómetros y que permitió trasvasar 1.200 metros cúbicos de agua cada día.
Otro eje de la estrategia marroquí, citado por Baraka, se refiere a la acción sobre la demanda y la realización de la eficiencia hídrica, mediante el tratamiento de las tuberías para evitar el desperdicio.
Por último, el ministro evocó las innovaciones en el sector agrícola, como las técnicas de riego por goteo, el desarrollo de variedades ahorradoras de agua y el fin de las subvenciones a cultivos acuícolas como el aguacate.