En un comunicado, la ICESCO, con sede en Rabat, estimó que esta decisión demuestra "una responsabilidad frente a cualquier comportamiento que atente contra las sacralidades religiosas" y refleja "los esfuerzos de las autoridades danesas por combatir los discursos extremistas y racistas que incitan al odio".
Aplaudiendo esta "decisión histórica juiciosa", la ICESCO llamó al resto de los países que se enfrentan a sacrilegios a seguir el ejemplo de Dinamarca.
Asimismo, la Organización instó "a todas las voces razonables, a los responsables y a los actores influyentes de la comunidad internacional a pronunciarse en defensa de los textos sagrados y a expresar su aprecio por la decisión histórica de Dinamarca, con el fin de garantizar un clima de confianza propicio a una comprensión mutua, lejos de la intolerancia y el retraimiento".
El Parlamento danés, compuesto por 179 miembros, aprobó la ley que incrimina la quema del Corán y los libros sagrados tras un largo debate, con una mayoría de 94 votos. La nueva ley estipula que los infractores serán multados o encarcelados dos años.