Titulado "¿Cómo configuran las zonas económicas especiales el paisaje industrial de África?", el informe, publicado la semana pasada, indica que entre 2010 y 2016, las exportaciones de Marruecos aumentaron en 2.000 millones de dólares, con las de automoción pasando del 2% al 16% del total. "Entre 2008 y 2015, la cuota de las exportaciones de media y alta tecnología aumentó del 23% a más del 40%", precisa el documento.
Tras señalar que Marruecos se ha centrado en la última década en actividades de alta tecnología, como la automoción, Oxford Business Group señala que el Gobierno marroquí ha desempeñado un papel clave en la atracción de la inversión industrial, habiendo puesto en marcha el Pacto Nacional para la Emergencia Industrial en 2008 y el Plan de Aceleración Industrial en 2014, además de proporcionar una serie de incentivos fiscales para los inversores.
El Gobierno también ha dado prioridad a industrias específicas, como la automoción, la aeroespacial, la electrónica y la transformación agroindustrial, señala, sosteniendo que el desarrollo de las ZEE del país se ha visto respaldadas por la estabilidad política, el coste relativamente bajo de la mano de obra cualificada y la proximidad a Europa.
El informe recuerda, en este sentido, que en 2020 la consultora FDI Intelligence clasificó a Tánger Med, un grupo de ocho zonas francas en torno al puerto de Tánger, como la primera zona franca de África y la segunda del mundo.
"Varias economías emergentes han intentado seguir el ejemplo de Marruecos en el desarrollo de la industria de alta tecnología, pero muchas han sido incapaces de conectar las industrias locales de baja tecnología, como la agricultura y la industria manufacturera, con la alta tecnología de las soluciones industrializadas", señala el informe.
Explicó que la falta de recursos adecuados para formar a trabajadores altamente cualificados significa que hay un desfase entre las actividades económicas locales y las elevadas expectativas de los inversores internacionales.
Oxford Business Group sostiene que, en el futuro, la puesta en marcha de la Zona de Libre Comercio Continental Africana (ZLECAf) debería mejorar la integración en todo el continente, estimulando la transformación estructural de las economías africanas de una concentración en industrias de bajo valor añadido a otras más diversificadas.