“Partiendo de nuestro compromiso para con la paz y en nuestra calidad de Presidente del Comité de al Qods, Hemos llamado a un despertar de la conciencia humana para detener los crímenes contra las vidas humanas, que Dios Todopoderoso ha honrado”, subrayó el Soberano en su discurso, leído por el jefe de gobierno, Aziz Akhannouch, añadiendo que “así pues, continuaremos nuestra acción sobre esta base, actuando colectivamente, cada cual desde su posición, para lograr cuatro prioridades acuciantes”.
La primera prioridad consiste en el cese de los ataques militares de un modo que propicie un alto el fuego permanente y controlable, precisó el Soberano, indicando que la segunda prioridad es garantizar la protección de los civiles y evitar que sean el blanco de los ataques, conforme al derecho internacional y al derecho internacional humanitario.
La tercera prioridad es, según el Soberano, permitir la llegada de ayuda humanitaria de manera fluida y en cantidades suficientes para los habitantes de Gaza, mientras que la cuarta consiste en asentar un horizonte político para la cuestión palestina, susceptible de reactivar la solución de los dos Estados, acordada internacionalmente.
“Nos enfrentamos a una crisis sin precedentes, agravada por la persistencia de Israel en su flagrante agresión contra civiles indefensos y por el silencio de la comunidad internacional y la indiferencia de las potencias influyentes ante la catástrofe humanitaria que están viviendo los habitantes de la franja de Gaza”, prosiguió SM el Rey, sosteniendo que “la comunidad internacional, y todos nosotros, no debemos permitir que el futuro de la región y el futuro de su pueblo queden en manos de unos postores”.
En este sentido, el Soberano subrayó que “el futuro de la región no puede tolerar ofertas vacías o estrechas agendas”, poniendo de relieve la necesidad de abordar esta crucial circunstancia desde “la responsabilidad histórica que nos exige partir de determinadas evidencias”.
La primera evidencia evocada por el Soberano, es que “no hay alternativa a una paz real en la región, que garantice a los palestinos sus derechos legítimos”, mientras que la segunda es que “no hay alternativa a un Estado palestino independiente, con Al Quds oriental como capital”.
La tercera evidencia, dijo SM el Rey, es que “no hay otra alternativa al fortalecimiento de la Autoridad Palestina, encabezada por mi Hermano, el Presidente Mahmud Abbas Abu Mazen”, y finalmente, la cuarta evidencia es que no “no hay alternativa al establecimiento de mecanismos para una seguridad regional sostenible, sobre la base del respeto del derecho internacional y las referencias internacionales reconocidas”.
Por otra parte, SM el Rey recordó que esta Cumbre Extraordinaria Árabe-Islámica se celebra en un contexto cargado de tensiones y de enfrentamientos armados que no cesan en la franja de Gaza, dando lugar a miles de muertos y heridos entre civiles indefensos, además de las devastaciones, destrucciones y asedio total, en flagrante violación del derecho internacional y de los valores humanos.
“A pesar de alzarse algunas voces sensatas que reclaman la disminución de la escalada y la instauración de la paz, los cañones y misiles israelíes siguen teniendo por objetivo a los indefensos civiles, como los niños, las mujeres y los ancianos, sin que ningún lugar de culto, hospital o campamento se haya salvado de la destrucción total o parcial”, lamentó SM el Rey.
Superar esta crisis y evitar que se repita, sólo se logrará poniendo fin a las agresiones contra Al Quds Al Sharif y acabando con las provocaciones que hieren los sentimientos de más de mil millones de musulmanes, insistió SM el Rey en su discurso.
El Soberano agregó que en Su calidad de Presidente del Comité Al Quds, siempre ha procurado llamar la atención sobre la gravedad de estas prácticas y provocaciones israelíes y sus funestas consecuencias para la seguridad y la estabilidad de toda la región, afirmando que, paralelamente, un trabajo sobre el terreno se está llevando a cabo, a través de la Agencia de Bayt Mal Al-Quds Al-Sharif, para proteger la Ciudad Santa y preservar su estatus histórico y jurídico, así como sus sagrados elementos religiosos.
A este respecto, SM el Rey anotó, como bien declara el “Llamamiento de Al Quds”, firmado por el Soberano y Su Santidad el Papa Francisco, es deber de todos preservar la Ciudad Santa de Al Quds, en tanto que patrimonio común de la humanidad y símbolo de valores y de respeto mutuo.
“Se equivoca quien piense que la lógica de la fuerza puede cambiar esta realidad y esta arraigada identidad. Siempre nos opondremos, partiendo de nuestra presidencia del Comité Al Quds y en coordinación con Nuestro Hermano, Su Majestad el Rey Abdullah II, custodio de los lugares sagrados islámicos y cristianos de Al Quds”, advirtió SM el Rey.
“Nos hallamos ante una etapa decisiva y un punto de inflexión, que requiere que todos seamos firmes y responsables, para detener las agresiones israelíes, con la exigencia de que prevalezca la lógica de la razón y la prudencia, para establecer una paz justa y duradera en la región, en aras de la seguridad y estabilidad para todos los pueblos de la región”, concluyó el Soberano.