En esta declaración, los participantes en el congreso, a cuya ceremonia de clausura asistieron el consejero de Su Majestad el Rey y presidente fundador de la Asociación Esauira-Mogador, André Azoulay, y numerosos actores institucionales, especialistas, investigadores y representantes de la sociedad civil, explicaron que integrar las dimensiones de la cultura, el patrimonio y los valores universales en todas las políticas y acciones emprendidas frente al cambio climático "es a la vez una urgencia y una necesidad si queremos gestionar mejor el cambio climático".
"La cultura, cimiento de nuestras sociedades, debe ser un pilar en la lucha contra el cambio climático. Los conocimientos tradicionales, los estilos de vida en armonía con la naturaleza, la transmisión de valores de respeto por el medio ambiente y las historias y símbolos significativos son activos valiosos que deben desarrollarse", reza la Declaración.
Tras señalar que "nuestro patrimonio cultural, testimonio de la historia, de la creatividad humana, de la diversidad de expresión de nuestra cultura y de nuestra identidad colectiva, también está en peligro debido a las consecuencias del cambio climático", los congresistas añadieron que "este aspecto, ignorado en la lucha contra el cambio climático, requiere una movilización colectiva para preservarlo a fin de contribuir a garantizar un futuro compartido y un mundo más tolerante, resiliente, equitativo y sostenible".
Para los participantes en este encuentro, la elección de la ciudad de Esauira no es fortuita, ya que, como todas las ciudades del mundo, se ve amenazada por el cambio climático y sus consecuencias, como la irregularidad de las precipitaciones, el calentamiento global, las inundaciones, la sumersión marina y la sequía.
Conocida por sus vientos alisios, la ciudad ha explotado su potencial eólico para producir energía renovable, añadieron, señalando que los responsables políticos y la población local están especialmente interesados en preservar el patrimonio natural y cultural de la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.