El tribunal condenó a muerte al primer acusado, mientras que otros dos recibieron cadena perpetua. El tribunal también condenó a ocho acusados a 5 años de prisión y a uno a 4 años de prisión. Los acusados estaban acusados de "formar una banda con vistas a preparar y cometer actos terroristas dirigidos a atentar gravemente contra el orden público, de agresión deliberada y premeditada a una persona y de tenencia de armas de fuego y munición", cada uno por lo que le concierne.
En estrecha coordinación con la Brigada Nacional de Policía Judicial y la Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST), los elementos del servicio prefectoral de la policía judicial de Casablanca, habían anunciado, el 15 de marzo de 2023, la detención de tres extremistas afiliados a la organización terrorista "Daech", por su presunta implicación en un homicidio deliberado de un agente de policía durante el ejercicio de sus funciones, en el marco de un proyecto terrorista.
En el mismo contexto, el director de la Oficina Central de Investigaciones Judiciales, Cherkaoui Habboub, había indicado en una rueda de prensa que los presuntos autores del homicidio intencionado y la mutilación del cuerpo de un policía en Casablanca se habían imbuido del pensamiento extremista y habían adoptado el modus operandi y las tácticas del terrorismo individual.
El responsable de seguridad había señalado también que, gracias a los esfuerzos conjuntos del equipo de investigadores de la DGST y de la Dirección General de la Seguridad Nacional, el primer sospechoso fue identificado y detenido en Casablanca, antes de que los otros dos sospechosos fueran arrestados respectivamente en Sidi Harazem, cerca de Fez, y en Casablanca.