En este documento, conocido como "Los principios de Marrakech para la cooperación mundial", el presidente del BM, Ajay Banga, la directora gerente del FMI, Kristalina Gueorguíeva, la ministra de Economía y Finanzas, Nadia Fettah, y el gobernador de Bank Al-Maghrib, Abdellatif Jouahri, esbozan "un marco general destinado a aprovechar el multilateralismo en beneficio de todos".
El primer principio es "revitalizar el crecimiento integrador y sostenible", promoviendo reformas estructurales que potencien el crecimiento, diversificando las fuentes de financiación y combatiendo la fragilidad.
El segundo principio es "construir resiliencia", mediante el desarrollo de la capacidad institucional, el mantenimiento de la estabilidad exterior, el refuerzo de la gestión de la deuda pública y los marcos de resolución, la mejora de la preparación y mitigación de las crisis globales y la disociación del crecimiento de los riesgos climáticos.
También se habla de "apoyar las reformas transformadoras", acelerando la transición ecológica, apoyando el cambio tecnológico, mejorando los sistemas sanitarios y su grado de preparación, promoviendo una educación equitativa de calidad y contribuyendo a la igualdad de género.
En cuanto al cuarto principio: "reforzar y modernizar la cooperación mundial", se trata de reforzar el sistema monetario internacional, el sistema multilateral de comercio y la colaboración entre el BM, el FMI y los países socios.
"En el momento en que la Comunidad Internacional se reúne en Marrakech, debemos permanecer unidos para proteger nuestra prosperidad futura y poner fin a la pobreza extrema", subrayan los cuatro firmantes.
Señalan que las perspectivas de crecimiento mundial a medio plazo se encuentran en su nivel más bajo desde hace décadas. Los efectos adversos de las sucesivas crisis son cada vez más visibles, en un momento en el que muchos países luchan contra una inflación elevada, una deuda elevada y grandes déficits de financiación para proporcionar servicios básicos, apoyar las infraestructuras y la acción por el clima, y reducir la pobreza, la desigualdad y la creciente fragilidad, añaden.
Marruecos y las instituciones de Bretton Woods señalan que "el mundo está ahora más expuesto a los choques, y es probable que las crecientes amenazas al crecimiento, el desarrollo, el empleo y los niveles de vida exacerben las desigualdades, tanto entre países como a nivel nacional".
Añadió que "los países emergentes y en desarrollo se han visto especialmente afectados. La brecha de ingresos con los países avanzados se ha ampliado aún más, y el mundo no está en vías de eliminar la pobreza extrema para 2030".