Estas reformas "han sentado las bases de una transformación profunda y duradera de nuestra economía y han permitido al Reino consolidar su resiliencia y preservar sus equilibrios macroeconómicos", precisó durante la presentación del libro "Marruecos en busca de un crecimiento más fuerte y más inclusivo", en el marco de las Reuniones Anuales del Grupo del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Akhannouch señaló que esta obra, publicada por el FMI, ilustra claramente la determinación del Reino para alcanzar objetivos ambiciosos en términos de desarrollo económico y social, subrayando que "Marruecos se encuentra en una encrucijada decisiva de su historia".
"Este momento crucial evoca un periodo de introspección, que queremos aprovechar al máximo. A este respecto, trabajamos para aplicar la visión estratégica de largo alcance iniciada por Su Majestad el Rey, que Dios le asista, que precisa las ambiciones, los objetivos de desarrollo y las palancas de cambio susceptibles de liberar las energías y acelerar la marcha de nuestro país hacia el progreso y la prosperidad", dijo.
"Estamos decididos a construir una sociedad solidaria y justa. Así, en aplicación de las Altas Orientaciones Reales, hemos lanzado, a partir de 2021, una serie de reformas para reforzar la cohesión institucional y los sistemas de protección social", insistió Akhannouch.
En este sentido, destacó la importancia que se concede al refuerzo del sistema sanitario, a la mejora de la calidad del sistema educativo y a la promoción de la investigación científica y la innovación, considerando que el crecimiento debe ser integrador, pero también sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
A este respecto, Akhannouch señaló que el Reino, precursor en el desarrollo de las energías renovables, aspira a triplicar su capacidad instalada en energía eólica y solar, al tiempo que busca posicionarse como actor clave en el sector del hidrógeno verde.
El jefe de gobierno señaló también que la celebración de estas Reuniones en Marrakech atestigua la "fuerte resiliencia" del Reino ante las múltiples crisis, explicando que se pusieron en marcha medidas logísticas y humanitarias de emergencia, en aplicación de las Altas Directivas de Su Majestad el Rey, inmediatamente después del seísmo de Al Hauz del 8 de septiembre.