Una industria farmacéutica fuerte permitirá a África garantizar un suministro adecuado de productos y tratamientos médicos esenciales, afirma la PDG de la Sociedad de Terapéutica marroquí (SOTHEMA), Lamia Tazi, en un artículo publicado el viernes.
África tiene un acceso limitado a los productos farmacéuticos y vacunas que más necesita, señala Tazi en la entrevista, añadiendo que "el mayor reto es, por tanto, desarrollar nosotros mismos esta capacidad".
"Tener autonomía de fabricación es muy importante, pero no se puede hablar de equidad y sostenibilidad sin hablar de protección de la propiedad intelectual, sobre todo cuando se trata de enfermedades crónicas y endémicas", afirma la PDG de SOTHEMA, que subraya la necesidad de forjar alianzas para la transferencia de nuevas tecnologías.
"África no necesita tecnología. La tenemos. Pero tenemos que trabajar con los países occidentales y asiáticos para conseguir los conocimientos técnicos", afirma Tazi, señalando que "aunque África no tiene presupuesto para investigación, podría especializarse en otros nichos, como los ensayos clínicos para demostrar que un medicamento es seguro y eficaz para el ser humano, y lo que se llama llenado y acabado, las etapas finales de la producción".
"Esto crearía varios miles de puestos de trabajo para farmacéuticos, biólogos e innovadores africanos", afirmó, subrayando que "los países africanos también necesitan obtener mejores datos sobre las enfermedades que afectan a sus poblaciones".
En cuanto a la experiencia de Marruecos, Tazi recordó que el Reino ha llevado a cabo ensayos clínicos con Sothema y ha fabricado la vacuna Covid-19 con el grupo chino Sinopharm.
Según Bloomberg, los países africanos dependen de proveedores extranjeros hasta para el 90% de sus medicamentos y el 99% de sus vacunas, lo que provocó una escasez generalizada durante la pandemia de Covid-19.