En un comunicado, el Consejo afirma que "ante esta bajeza intelectual, el Consejo se une a la gran masa de personas de mente sana y conciencia plena de respeto por el Sagrado Corán para condenar este descaro y asegurar que estos odiosos comentarios van en contra de la posición nacional que ha denunciado la quema del Sagrado Corán en el país en cuestión".
Estas declaraciones, añade el comunicado, que también "van en contra del consenso internacional según el cual el camino hacia la paz pasa necesariamente por el respeto de los valores sagrados de las religiones", así como en contra de la razón, "porque ninguna mente dotada de sentido común puede entender la ofensa a un solo individuo, con mayor razón cuando se trata de ofender a millones de personas".
Se trata de una "manifestación de enemistad hacia la nación marroquí, que guarda en su corazón el Sagrado Corán", insistió el Consejo, afirmando que "un discurso tan absurdo e irresponsable alimenta el odio e incita a la violencia y al terrorismo".
"Lo que ha hecho esta persona delata una búsqueda desesperada e inoportuna de la fama", señala el comunicado, que añade que "quien haya oído semejante calumnia debería leer las palabras del Altísimo: “Déjalos, pues a su aire, entregados a sus vanilocuencias y diversiones hasta que se encuentren con el Día prometido”.