En un comunicado, la DGAPR subrayó que "estos individuos se enfurecen cada vez que la DGAPR responde a las falsas informaciones y falsedades difundidas sobre ella y las desmiente de arriba abajo, incluso si algunas de ellas alcanzan grados de demencia que no requieren refutación, ¡en particular la instalación de una cámara de vigilancia en la habitación de un detenido! ¿Habría algo que añadir después de semejante locura?".
Después de que la DGAPR publicara un comunicado denunciando la injerencia de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en el caso relativo a las condiciones de detención del recluso O. R, Fouad Abdelmoumni se lanzó de cabeza en un ataque contra el Delegado General, negándole su derecho, e incluso su responsabilidad, de desmentir las flagrantes invenciones de la citada organización, y afirmando el derecho de RSF a inmiscuirse en un asunto puramente marroquí, a pesar de que los casos en los que se persigue a este preso no tienen nada que ver con la libertad de opinión y de expresión, que la organización en cuestión afirma querer proteger", indicó indignada la misma fuente.
Abdelmoumni no sólo prohibió al Delegado General que respondiera a las fantasiosas alegaciones de esta organización, que sería mejor llamar "Propagandistas Sin Fronteras" por la intensidad de su injerencia en asuntos que no le conciernen, sino que se atribuyó el derecho de hablar de todo, "incluidos los sentimientos de compasión expresados en el Mensaje Real de condolencias enviado a la familia del difunto consejero de SM el Rey, Mohamed Moatassim", señala el comunicado.
Al incitar y arremeter públicamente contra Marruecos, y al tratar por todos los medios de instrumentalizar a los países extranjeros contra su patria, en una extraña nostalgia de la época de las potencias coloniales, que a menudo llamaban a los traidores para facilitar su penetración en los países de los demás, antes de rechazarlos después, Abdelmoumni y quienes siguen su ejemplo han quedado efectivamente desenmascarados, según la DGAPR.
La estrategia de comunicación de la DGAPR ha derrotado los designios de Abdelmoumni y sus secuaces, dejándoles sin espacio, como en el pasado, para difundir sus disparates, lo que ha provocado la pérdida de la buena voluntad que se habían acostumbrado a explotar en el ámbito de los derechos humanos, para quedar desacreditados tanto ante la opinión pública nacional como ante las organizaciones internacionales, insistió la Delegación General.
La Delegación General seguirá comunicándose con la opinión pública para denunciar todas las desinformaciones, mentiras y maniobras unilaterales dirigidas contra el establecimiento penitenciario y la imagen del Reino en materia de derechos humanos, en todo lo que concierne al sector penitenciario y de reinserción, concluye el comunicado.