He aquí el texto íntegro del Mensaje Real, cuya lectura fue dada por el ministro de Industria y Comercio, Ryad Mezzour.
"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros,
Señoras y Señores,
Es realmente un motivo de alegría dirigirnos a los participantes en esta primera edición del "Día Nacional de la Industria". Efectivamente, Hemos querido otorgar Nuestro Alto Patrocinio a este evento, como afirmación del interés que dedicamos a la promoción de este sector vital, dentro del tejido económico nacional, considerado como una palanca y un pilar fundamental del desarrollo socioeconómico general y sostenible.
Por tal razón, deseamos que este Día Nacional de la Industria se incluya en el calendario de los grandes eventos económicos, en tanto que cita anual para este sector y sus protagonistas. Queremos igualmente que la organización de sus próximas sesiones tenga lugar a escala regional con el fin de resaltar las capacidades industriales locales y debatir los desafíos particulares relativos a cada región.
Señoras y Señores,
Marruecos ha registrado un importante desarrollo del sector industrial durante las dos últimas décadas, gracias a la adopción por parte de la industria marroquí del principio de apertura económica mundial, además de apoyarse en estrategias ambiciosas y claras, emanadas de una visión espacial global.
Estas estrategias fueron diseñadas con el fin de hacer de la industria una palanca básica para el desarrollo económico de Marruecos, una fuente importante de creación de empleo, un estímulo para la inversión productiva y la exportación, además de constituir una locomotora para el crecimiento y el desarrollo al servicio del ciudadano. Tales estrategias han sido acompañadas de una red de infraestructuras industriales, logísticas y energéticas, así como de reformas estructurales, con el objetivo de mejorar el clima de los negocios, promover la formación de competencias y mejorar la competitividad de la industria marroquí.
Gracias a todo ello y a la estabilidad política y macroeconómica de que goza el Reino, amén de su saber hacer industrial, la industria marroquí ha logrado centrar su posicionamiento en profesiones y especializaciones altamente tecnificadas, convirtiéndose en un motor de crecimiento, producción y exportación.
De este modo, Marruecos se ha convertido en un destino mundial imprescindible para sectores avanzados como el de la automoción, en el que nuestro país ocupa una posición de liderazgo a escala continental. En el mismo sentido, cabe mencionar las industrias aeronáuticas con las que el Reino ofrece una plataforma atractiva para la producción de equipos, componentes y recambios necesarios para tales industrias.
Por otra parte, el Reino ha consolidado su posición como actor principal en el ámbito de la seguridad alimentaria mundial y africana, en particular, a través del desarrollo de la industria de fertilizantes, permitiendo a los agricultores el acceso a productos de alta calidad y a precios razonables, tomando en consideración las necesidades del suelo y de los cultivos de cada zona.
En este contexto, las industrias alimentarias nacionales contribuyen a la valorización de los recursos pesqueros y agrícolas de nuestro país, consolidando la soberanía alimentaria.
El sector textil y del cuero se benefició también de las transformaciones que conocieron las cadenas globales de valor, al centrar su posicionamiento en sectores sostenibles y de alto valor añadido.
La capacidad resiliente de nuestra industria se ha consolidado ante los desafíos a través del importante papel desempeñado por estos sectores y otros que conocieron una dinámica de crecimiento similar, particularmente en lo referente a las exportaciones. Esto les permitió restringir el impacto de la crisis del Covid-19 y jugar un papel activo en el fortalecimiento de la soberanía industrial, sanitaria y alimentaria de nuestro país.
Señoras y Señores,
La actual crisis económica mundial, marcada por conflictos geopolíticos, ha provocado la aparición de una serie de zonas de tensión e inestabilidad, exacerbadas por los cambios climáticos y sus repercusiones cada vez más crecientes, que afectan negativamente a la seguridad de los suministros vitales y causan la elevación de sus precios. Ante la fragilidad de las cadenas globales de valor y la fuerte dependencia de las importaciones, la soberanía de nuestro país en este ámbito se perfila como una ineludible prioridad. Por lo tanto, la industria nacional está llamada, hoy más que nunca, a consolidar la producción local de manera competitiva, a fin de reducir tal dependencia, apoyar nuestra resiliencia, elevar nuestro nivel de competitividad y consolidar la posición de Marruecos en los sectores prometedores.
Es igualmente necesario llevar a cabo una preparación completa para acceder a una nueva era industrial, que considere el concepto de soberanía como fin y medio. En este sentido, para ganar tal desafío, nuestro país necesita una industria susceptible de asumir nuevas actividades y competencias que generen mayores oportunidades de empleo.
Por ello, el sector industrial debe hacer de la capacidad de crear empleo estable para los jóvenes su principal apuesta, ya que ninguna ambición industrial es realizable en ausencia de un capital humano altamente cualificado.
Por consiguiente, el nuevo tejido industrial debe, inevitablemente, generalizar la adecuación del capital humano a las necesidades específicas de los proyectos industriales, reforzando las habilidades de gestión. Para lograr este objetivo, es necesario asegurar una buena formación a los jóvenes, que responda a las nuevas necesidades y mutaciones, abriéndose sobre las nuevas tecnologías, en el marco de una consolidada asociación entre los sectores público y privado.
Asimismo, deben establecerse unos mecanismos de acompañamiento, ampliando su ámbito de acción, con miras a fortalecer la infraestructura tecnológica, la investigación y el desarrollo dentro de la empresa marroquí, creando un sistema que abarque al sector industrial, a las universidades y a los centros de investigación, con el fin de apoyar la innovación, erigiéndola en motor para el desarrollo de la industria marroquí.
Por otro lado, esta deseada mejora del ámbito industrial requiere una pronta realización del reto de una producción libre de carbono, mediante el uso de energía eléctrica producida por fuentes renovables y a precios competitivos, aumentando así la eficiencia energética.
El sector industrial marroquí debe contribuir a la preservación de los recursos hídricos, a través de la racionalización del uso del agua, la reutilización de aguas residuales y la adopción de nuevas tecnologías y soluciones.
De este modo, el Reino podría erigirse en un modelo de referencia en el ámbito de la producción responsable, sostenible y libre de carbono, lo que permitirá atraer a los inversores extranjeros que buscan oportunidades en los sectores de la economía verde.
Señoras y Señores,
Habida cuenta de las importantes prioridades que Hemos identificado, y en consideración del papel desempeñado por el sector privado, junto con aquel llevado a cabo por el Estado, en el sector industrial, amén de su responsabilidad en superar los desafíos y aprovechamiento de las oportunidades que se ofrecen, invitamos a dicho sector privado a aprovechar la dinámica lanzada por la nueva Carta de inversión así como los múltiples incentivos dirigidos a la inversión privada, según cada región, en consideración de sus especificidades, recursos y potencialidades, del modo que permita a cada una de las mismas establecer un polo económico capaz de generar oportunidades de empleo y sacar el mejor provecho del potencial productivo que ofrecen los ámbitos territoriales.
Asimismo, invitamos al mencionado sector a orientar sus esfuerzos hacia la inversión productiva en la que participan las marcas industriales marroquíes, incluida la inversión en los sectores avanzados y en aquellos que apoyan la innovación, desarrollando una nueva generación de empresas en el conjunto del territorio nacional, contribuyendo de este modo a las obras de desarrollo que conoce nuestro país, en beneficio de la nación y de los ciudadanos.
Finalmente, esperamos que este foro nacional constituya una ocasión para asentar bases sanas y sólidas capaces de impulsar el sector industrial en nuestro país, a fin de convertirlo en un motor de crecimiento y desarrollo sostenible, y en una herramienta para la producción de valor y oportunidades de empleo.
A Dios el Altísimo imploramos guíe vuestros pasos y corone con el éxito vuestros trabajos.
Wassalamou alaikoum warahmatoullahi wabarakatouh".