Iniciada por las asociaciones Esauira-Mogador, MogaJeunes, Salam Lekoulam y Marocains Pluriels, esta ceremonia, que tuvo lugar en presencia de André Azoulay, consejero de Su Majestad el Rey y presidente fundador de la Asociación Esauira-Mogador, permitió a los miembros de la comunidad marroquí de confesión judía, musulmana y cristiana, imbuidos de los valores comunes de convivencia y diversidad, compartir momentos de alegría y fiesta y perpetuar una tradición fraternal que ilustra la convivencia, seña de identidad de la Ciudad de los Alisios.
En declaraciones con este motivo a "M24", la cadena de televisión de información en continuo de la MAP, Azoulay subrayó que se trata de "un momento emocionante y muy significativo, en primer lugar por lo que esta fiesta de las luces representa para nosotros, judíos y marroquíes".
"Esa luz que ilumina y guía nuestros pasos hacia lo mejor. Es al mismo tiempo la resistencia y el arraigo en la universalidad", explicó el consejero de SM el Rey, agregando que esta luz "siempre ha sido la de todos. No ha sido la de una comunidad, sino la de todos mis compatriotas".
Se trata de "tradiciones que nos son queridas a todos", prosiguió Azoulay, explicando que "es la civilización marroquí la que nos ofrece esta ocasión".
"Es un mensaje fuerte que el Reino envía al mundo: lo que se vive hoy en Marruecos y en Esauira no se puede vivir en ningún otro lugar, lo que refleja el verdadero y auténtico sello marroquí", concluyó.
Durante la ceremonia, amenizada con bellas canciones extraídas del repertorio musical marroquí-judío e interpretadas por la talentosa Lalla Tamar, se hizo entrega a Bayt Dakira de un "Leilouy Nichmat", una vieja lámpara de cinco generaciones, en señal de fraternidad hacia la población de Esauira y de contribución a la influencia de este templo de la memoria.