Este monumento representa una puerta tradicional de un pueblo vietnamita, construida con azulejos y decorada con adornos de dragones importados de Vietnam y motivos tallados en piedra por artesanos de la región de Taza.
En la puerta hay grabadas dos frases que expresan los sentimientos de las familias marroquíes-vietnamitas: "En agradecimiento a la patria de Marruecos, estemos decididos a forjar el éxito. En la nostalgia de la madre patria de Vietnam, estemos decididos a forjar la amistad entre Marruecos y Vietnam".
La inauguración de este monumento, erigido por iniciativa de la embajada vietnamita en Marruecos para celebrar la amistad entre ambos países, coincide con el 77º aniversario de la fiesta nacional de Vietnam, explicó la embajadora de la República Socialista de Vietnam en Rabat, Dang Thi Thu Ha, quien rindió homenaje a los numerosos soldados marroquíes que desertaron del ejército colonial y lucharon junto a los vietnamitas, contribuyendo así a la liberación de su país.
Las relaciones entre marroquíes y vietnamitas se remontan a la guerra de Indochina (1946-1954), cuando jóvenes soldados marroquíes, enrolados en el cuerpo expedicionario francés, desertaron de las fuerzas coloniales para unirse al Viet Minh (Frente de la Independencia de Vietnam), dirigido por Ho Chi Minh.
La diplomática señaló también que la Puerta de Vietnam en Marruecos y la Puerta de Marruecos en Vietnam, construidas entre 1956 y 1960 al norte de la capital Hanói por estos soldados marroquíes, representan una fuerte encarnación de los valores compartidos entre los dos países.