“Dado que la inversión es un hecho que concierne a todas las instituciones y al sector privado, insistimos en la necesidad de movilizar a todo el mundo, en el seno de un espíritu de responsabilidad, a fin de promover este sector decisivo para el avance del país”, subrayó SM el Rey en un discurso pronunciado en la apertura de la primera sesión del segundo año legislativo de la undécima legislatura.
El Soberano indicó, en este sentido, que el objetivo estratégico que se busca no es otro, sino que el sector privado ocupe la posición que bien le corresponde en el dominio de la inversión, en tanto que verdadero motor de la economía nacional.
SM el Rey afirmó, por otra parte, que las empresas marroquíes y sus organizaciones nacionales, regionales y sectoriales, están invitadas a constituir una palanca para la inversión y el liderazgo del emprendimiento.
De igual modo, el sector bancario y financiero nacional está llamado a apoyar y financiar la nueva generación de inversores y empresarios, especialmente los jóvenes y las pymes, prosiguió el Soberano, que puso de relieve la importancia de las inversiones e iniciativas de los miembros de la comunidad marroquí residentes en el extranjero.
“En este contexto, queremos renovar Nuestra invitación para que se dedique una atención particular a las inversiones e iniciativas de los miembros de la comunidad marroquí residentes en el extranjero”, sostuvo SM el Rey.
Con el fin de alcanzar los objetivos marcados, SM el Rey exhortó al Gobierno, en colaboración con los sectores privado y bancario, para traducir los compromisos de las distintas partes en un pacto nacional para la inversión, precisando que esta última tiene por objetivo la movilización de 550 millones de dírhams en inversiones, así como la creación de 500 mil puestos de trabajo, entre 2022 y 2026.
Igualmente, el Soberano recalcó la importancia de la inversión productiva en tanto que palanca fundamental para reactivar la economía nacional y lograr la incorporación de Marruecos a los sectores prometedores, que generan oportunidades de empleo para los jóvenes y fuentes de financiación para los diferentes programas sociales y de desarrollo.
“En este sentido, esperamos que la nueva Carta de inversión aporte un impulso tangible para que Marruecos pueda atraer las inversiones privadas, tanto nacionales como extranjeras”, dijo SM el Rey, subrayando que para ello, se tienen que levantar los obstáculos que siguen dificultando la realización de un verdadero arranque de la inversión nacional, a todos los niveles.
En este sentido, los centros regionales de inversión están llamados a supervisar globalmente la operación de inversión, en todas sus etapas, incrementando su eficiencia y mejorando la calidad de sus prestaciones, así como acompañando y asesorando a los emprendedores hasta que sus proyectos salgan a la luz, insistió el Soberano.
Tales centros, afirmó SM el Rey, han de gozar, en cambio, del debido apoyo por parte de todos los intervinientes, ya sea a escala central o territorial.
Con respecto al clima de los negocios, el Soberano anotó que las reformas estructurales llevadas a cabo, han contribuido a la mejora de la imagen y posición de Marruecos en este ámbito.
Sin embargo, los resultados obtenidos necesitan mayores esfuerzos para liberar todas las energías y potencialidades nacionales, amén de estimular la iniciativa privada y atraer mayores inversiones extranjeras, explicó el Soberano.
En este contexto, SM el Rey insistió, una vez más, sobre la necesidad de aplicar plenamente la Carta de la desconcentración administrativa, así como la simplificación y digitalización de los procedimientos, facilitando el acceso a la propiedad y a las energías verdes, además de brindar el apoyo financiero para los portadores de proyectos.
Con el fin de reforzar la confianza de los inversores en nuestro país, en tanto que destino de una inversión productiva, SM el Rey llamó a afianzar las bases de la competencia leal y a poner en práctica el arbitraje y la mediación para solucionar los conflictos que puedan surgir en este ámbito.