A pesar de cierto pánico en el momento de la sacudida, los habitantes reanudaron su vida cotidiana de forma habitual durante el día. Las calles estaban muy concurridas, como de costumbre, y los cafés, restaurantes y otros establecimientos abrieron con normalidad.
Las autoridades locales realizaron giras para comprobar la seguridad de la población en todas las calles y barrios entre las ciudades de Alhucemas y Beni Bouayach en cuanto se sintió la sacudida a las 2h54min, al tiempo que velaron por tranquilizar a los habitantes a lo largo del día.
Abdelkader L'Mrabet, exdirector de la agencia urbana de Alhucemas, al tiempo que confirmaba estas observaciones, añadió que esta sacudida no debe ser motivo de preocupación y que no puede compararse con algunas sacudidas registradas anteriormente, especialmente las de 1994 y 2004.
"Afortunadamente, no se han producido pérdidas humanas ni daños materiales importantes tras esta sacudida telúrica, salvo algunas grietas superficiales en un edificio antiguo, grietas existentes que se hicieron más evidentes después de la sacudida", dijo L'Mrabet, señalando que esta situación no es en absoluto preocupante.
Una comisión de inspección se informó de cerca del estado de estas grietas hoy jueves por la mañana para tomar las medidas necesarias, añadió.